lunes, 2 de noviembre de 2009

Cementerio fue el escenario de una obra teatral






































Los queditos cantos nocturnos de los pájaros que provocan en el Cementerio Municipal, cierto aire de misterio se mezclaron con tonos funerarios de la banda de pueblo de Baños.

Las tonadas fúnebres se escucharon de entre los nichos y se hacían más fuertes a la medida que llegaban a la entrada del Cementerio. Las velas encendidas por unas 800 personas dieron al ambiente mayor misticismo.

Así inició el ritual en conmemoración al día de los difuntos. Fue la primera vez que se montó una obra teatro en espacio público: “En busca de las huellas de una poetisa”, que recreó la búsqueda de la tumba de Dolores Veintimilla de Galindo.

El Colectivo de teatro Mano 3 con más de 40 actores en escena llevaron al público, a diferentes partes del Cementerio a participar en una dramaturgia realizada luego de una investigación de la vida de la poetisa ecuatoriana.

Unos 10 cabezales acompañaron a Dolores interpretado por Rocío Pérez. La poesía “Y amarte pude”, se escuchó en el silencio de la noche, mientras, el público seguía de cerca la procesión. Un ángel bailaba en uno de los bloques de tumbas.

Dos personajes más estuvieron junto a Dolores un ángel y bufón. La historia explica, Patricio Viteri (personaje del bufón) que la Iglesia le retiro todos los derechos de ser enterrada como el común de la personajes.

Así, se conoce que parte de sus restos fueron botados a la quebrada de Supayguayco en el Norte del Cementerio. Pero en la procesión también apareció el tenor Jorge Regalado, que representó a Fray Vicente Solano, un personaje de la ciudad muy ligado con la muerte de Dolores y el grupo de danza folklórica de la Universidad de Cuenca, vestidos de cholas cuencanas y diablo-humas.

Las cholas colocadas en los bloques altos con velas representan una parte de la vida de Dolores. Según el autor de la obra, Paúl Sanmartín, la poetiza mira la ejecución del indígena Tiburcio Lucero, condenado a muerte por parricidio escribe una carta y la distribuye.

A esa carta responde Vicente Solano, allí se profundiza la diferencia que tiene con la iglesia. “Ese fue el momento de quiebre de la vida de Dolores”, dice Sanmartín. El último cuadro de ocho, se realizó en el monumento al Migrante. Los tonos de la banda de pueblo fueron sustituidos por el coro Opus Art, que cantó la música de Mozart.

La gerente de la Empresa Municipal de Cementerio, EMUCE, Patricia Cordero, explicó que la idea de utilizar el Cementerio como un escenario para una obra de teatro ayuda a que los ciudadanos se sientan identificados con el espacio público.

No hay comentarios: