jueves, 11 de agosto de 2011

Es tiempo de vacaciones

Los niños optan por hacer varias actividades para ocupar su tiempo libre y evitar quedarse en casa. Hay decenas de colonias vacacionales que van desde hacer figuras de chocolate, pasando por aprender algún deporte, ballet, pintura o música.




Solo se necesita una grabadora con música bailable a alto volumen para que el auditorio de la parroquia eclesiástica San Alfonso, en el Centro de Cuenca, se convierta en el salón de baile de 100 niños. Yanela Cabrera, una de las coordinadoras de la colonia vacacional de San Alfonso, dirige a los más pequeños, quienes observan sus movimientos, siguen la música sin parar por más de 40 minutos.

Esta es una de las actividades realizadas por los niños en Cuenca, en las colonias vacacionales que se cuentan por decenas y hay para todos los gustos, desde cursos de motivación para los niños con problemas de sociabilización o hacer figuras de chocolate hasta ballet, pintura y deportes.

La psicóloga Liliana González lleva su alumna Maricela, de la colonia vacacional de motivación, hacia un gran espejo –Como estás hoy-dice Liliana con una gran sonrisa. –Estoy linda, hoy me peine y me siento a gusto conmigo misma-dice la niña. El ejercicio menciona la psicóloga ayuda a mejorar el autoestima de los niños de cinco a 12 años. “La idea es cambiar actitudes en el hogar, que se aprendan a querer ellos mismos y así aprovechar las vacaciones”.

En la escuela de arte Sono, todo es arte. En la colonia vacacional, el mayor premio de los niños fue elaborar “un gran monstruo” y colocarlo en la pared a manera de exposición como lo describe Mélani de 10 años. Ahora se empeñan en crear títeres para hacerlos actuar en una obra de teatro.

Tatiana, de 10 años, decidió participar en una colonia de basquetbol aprovechando que en la Federación Deportiva de Azuay ofreció a los más pequeños aprender no solo esta disciplina deportiva, sino futbol, natación, patinaje… Con atención escucha a su maestro Mauricio Ordóñez, quien da indicaciones para empezar el juego.

El objetivo final, dice el entrenador es que los niños no se queden en casa y aprovechen las vacaciones.

jueves, 6 de enero de 2011

Internos se rehabilitan haciendo música


Corresponsalía Azuay

Germán Sánchez desde hace cinco años está detenido en el Centro de Rehabilitación de Varones por tenencia de drogas. En las noches en el interior de su celda se dedica a componer canciones. En estos años ha hecho más de 20 temas, que cuentan su vida dentro de la prisión.

Germán cierra los ojos para cantar su música. Fue en talleres dentro de la cárcel que aprendió a entonar la guitarra. Su tema: En la celda de un penal es la primera canción de 10 de un cidi, que él y cinco compañeros crearon y grabaron en este Centro.

En la Celda de un penal refleja la vida que los internos soportan tras las rejas. Germán muestran su satisfacción al tener en sus manos el cidi, con canciones en género de baladas y bachatas de los internos que conforman el grupo de música Libertad.

Sebastián Pagay, con ceguera total, es el director del grupo de música. En su caso son 31 meses que está en el Centro de Rehabilitación. La flauta dulce es uno de sus instrumentos musicales favoritos.

Él guía a los demás compañeros para la creación de las canciones. Los músicos ensayan cuatro veces a la semana en un cuarto dentro del Centro de 08:00 a 10:00. También tienen un permiso especial para hacer repasos en la noche, antes de una presentación en el mismo Centro de Rehabilitación.

En el tema nueve del cidi, grabado por los internos, participa el director de la cárcel, Pablo León, declamando Poema de un preso. Él explica que en siete meses dentro de la institución se ejecutan 15 proyectos. Así hay dos grupos de teatro, uno de futbol y de básquet, dos grupos de música, además está en circulación del periódico del Centro denominado Pionero, con esto pese del hacinamiento dentro del cárcel hay una verdadera rehabilitación, dice León.

“La idea es que las personas aquí aprendan a valorarse, hacer trabajos, a ganarse la vida y que salga con una actitud diferente”.

La prohibición para que los internos del grupo Libertad puedan salir para grabar su primer material musical hizo que la oficina del director se readecue para la grabación del disco. Pablo González, director de Audisur estudio, tuvo que llevar sus equipos para empezar la creación del disco con temas inéditos. El proyecto inició en noviembre de 2010 y para diciembre ya se contó con el material musical.

El disco original está a la venta a un costo de 6 dólares dentro del Centro de Rehabilitación de Varones.

Al momento otro grupo de internos selecciona sus temas para grabar sus canciones pero esta vez en ritmo reggaetón.

Germán dice que está rehabilitándose y esto es una muestra de ese empeño.

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